domingo, 16 de noviembre de 2014

                                                                                                                                         DAVID ROSADO VAZQUEZ


                      Lesión lumbar y ciática del deportista

                      
La lumbalgia mecánica o dolor común en la columna vertebral, genera dos millones de consultas por año entre los médicos de atención primaria. En el mundo del deporte se sigue también esta tónica, si bien a medida que la actividad física es más exigente aumenta la incidencia y gravedad de las lesiones lumbar.
Al contrario de lo que se cree  las lumbalgias o lumbagos no se producen por grandes esfuerzos, la mayoría de estas lesiones  son consecuencia de inadecuadas actitudes posturales, defectos técnicos en el gesto deportivo o esfuerzos mínimos pero perjudiciales para la buena mecánica de la columna. Las regiones lumbar y cervical son las de mayor movilidad del raquis y, por tanto, en ellas se localiza con mayor frecuencia la sintomatología dolorosa, ya sea por mayor desgaste y degeneración del disco intervertebral o por simples compresiones o pinzamientos de la interlínea articular o de las raíces nerviosas.
Ante el complejo problema que plantea el dolor común de espalda, las soluciones convencionales que se han venido ofertando desde el campo médico no han sido rápidas ni consistentes. Cualquier tratamiento que busque, deberá estar basado en la observación y el cuidado minucioso del comportamiento intrínseco de la estructura vertebral, del edificio que es la columna; respetando su anatomía y curiosa fisiología articular.
La filosofía de la Medicina Manual, campo médico que afronta la recuperación funcional del individuo partiendo de unas manos expertas como instrumento característico para diagnosticar y tratar lesiones musculares y articulares de la columna vertebral. Junto a la interpretación de radiografías, escáner, analíticas o resonancias magnéticas, el especialista manual realiza un examen estático corporal del paciente y unos tests de movilidad muy específicos, que completa con una entrenada sensibilidad manual para localizar los puntos de dolor y limitación articular. La base principal del tratamiento, en Medicina Manual, está constituida por las técnicas de masaje, bombeo miofascial y manipulación vertebral indoloras, complementadas con ejercicios individuales de estiramiento y corrección postural, para acabar de este modo con el círculo vicioso que supone que haya mayor contractura muscular, con mayor dificultad articular. La Medicina Biológica es el complemento farmacológico ideal para las terapias manuales que aplicamos a nuestros deportistas.
EL LUMBAGO
Es un cuadro doloroso eminentemente muscular localizado en zona lumbosacra y en glúteos, no bajando más allá. No existen signos neurológicos acompañándolo. El dolor lumbar común inespecífico, ese que muchas veces se admite como normal y frecuente, tiene siempre un origen mecánico. Es una situación en que nuestra columna reacciona creando una contractura de protección a modo de faja lumbar y nos avisa de algo que no funcionado bien en dicha zona.
                             
Se han descrito seis posibles orígenes para explicar el lumbago deportivo:

1. MUSCULAR: 
La propia distensión de los músculos lumbares hace que se dispare la respuesta nociceptora, que se mantendrá a menos que actuemos cambiando esta información aferente aberrante. Es un cuadro que puede autolimitarse, pero no se sabe muy bien si va durar días o semanas, por tanto será necesaria intervenir para que el deportista pueda, lo antes posible, reincorporarse y hacerlo con el menos gasto mecánico. Si bien en pacientes sedentarios el cuadro agudo de lumbago puede parecer banal, en deportistas buscaremos la más rápida recuperación funcional para evitar compensaciones o gastos biomecánicos que luego dificulten la vuelta al gesto deportivo correcto.

2. LIGAMENTOSO: 
Al solicitar en exceso los ligamentos iliolumbares, sacroilíacos, interespinosos y/o sacrociáticos, se puede desencadenar un cuadro de lumbago cuyo tratamiento más efectivo consistirá en técnica directa de inhibición local sobre dichos ligamentos.

3. EN RAMAS POSTERIORES CUTÁNEAS: 
La piel de la región lumbar se encuentra inervada por las vías cutáneas de las ramas posteriores con un desfase importante puesto que a la altura de la cresta ilíaca, frente a L4 y L5, se encuentran nervios procedentes de T12 y L1. Como todos los nervios sensitivos, pueden originar dolor que se percibe en todo el territorio de inervación, tanto en la región de la cresta ilíaca como en la parte alta de las nalgas. Es un dolor que se percibe en el territorio de los nervios procedentes de la citada charnela debido a una afectación segmentaria de la misma. La lumbalgia aparece en la parte baja de la espalda, lateralizada a derecha o a izquierda, pero su causa debe buscarse mucho más arriba, generalmente en T11-T12 y T10-T11, sin que el paciente sienta ningún dolor a este nivel. Como especial hallazgo podemos encontrar un punto doloroso muy sensible sobre cresta ilíaca, a unos seis o siete centímetros de la línea media, justo en el paso de una de las ramas posteriores de L1, con lo que su presión puede desencadenar dolor al comprimir contra el hueso e incluso irradiar hacia cara externa de
Cadera o ingle.


4. EN ARTICULACIONES VERTEBRALES POSTERIORES: 
Descritas en la literatura médica como síndrome de las facetas las lumbalgias por este origen han sido consideradas por autores como el francés Maigne o los americanos Mooney y Robertson como causantes de un tercio del total de los dolores lumbares. Sin embargo no se conocen bien los mecanismos que precipitan en última instancia el dolor. Actualmente se da más importancia a agresiones sobre los mecanorreceptores de las cápsulas de las citadas
articulaciones que a pinzamientos de las interlíneas o a posibles dislocaciones. 

5. EN DISCO INTERVERTEBRAL:
El lumbago estaría evidenciando un desgarro más o menos extenso de fibras anulares, sería algo así como un esguince discal. La mejor peor cicatrización de dicha solución de continuidad explicaría las continuas recaídas. A más largo plazo la mala cicatrización por sobre solicitación deportiva originaría rupturas del annulus que propiciarían el abombamiento y posterior
Extrusión de la hernia discal.

6. EN ARTICULACIÓN SACROILÍACA:
Está descrito en 1985 por Dejung como un bloqueo de la articulación sacroilíaca que se manifiesta por dolor lumbar unilateral y es más frecuente en la mujer por la especial disposición de su pelvis. Podría ser la explicación a numerosos cuadros lumbares menores de nuestros deportistas. Defendido con vehemencia por los médicos de formación osteopática, dicho origen no se ha conseguido demostrar satisfactoriamente, como sí lo han sido los anteriormente descritos, con diversas pruebas de evidencia clínica como la inyección de anestésicos en
dichas articulaciones. 

LA PSEUDOCIÁTICA                                                                                           
                                         
Se presenta con dolor agudo en zonas lumbar y glútea, siendo unilateral sin irradiación a pierna o pie. Lo más lejos que llega es la hueco poplíteo, lo que nos sirve para iniciar el diagnóstico diferencial con la ciática verdadera. Presenta, casi siempre, buenos test de elevación de pierna recta, y por tanto el signo de Laségue es negativo. Igual ocurre con los tests de Bragard y Neri, raramente positivos. No presenta parestesias ni signo alguno de afectación radicular, siendo constante el punto de Valleix positivo en glúteo. Los reflejos osteotendinosos están perfectamente conservados y no hay clara limitación de fuerza muscular. Pero el dolor lumbar, y sobre todo glúteo, es muy molesto. Se asocia al síndrome de compresión del músculo piramidal de la pelvis, esto es un hipertono de los rotadores pélvicos externos. También se ha hablado de nervios ciáticos plurirramificados, que son atrapados al pasar entre las fibras musculares de la zona glútea. Igualmente se han descrito casos de origen vascular por dilatación de las venas que rodean a la raíz nerviosa en el agujero de conjunción. 
A los ligamentos de Hoffman, unas formaciones fibrosas extravertebrales que anclan las raíces lumbares ciáticas a los agujeros de conjunción, si les ha responsabilizado también de la génesis de falsa ciáticas. Y está descrito también en la literatura médico deportiva un compromiso de carácter pseudociático por endofibrosis de la arteria ilíaca externa, en ciclistas
de alto nivel.

CIÁTICA COMÚN O LUMBOCIÁTICA

                                          
Se puede definir como la monorradiculografía del origen lumbar o lumbosacros que revela un conflicto disco-radicular, de estenosis del canal raquídeo o pura mente vertebral interesando a los niveles L4-L5 y L5-L1 Es una entidad rara en niños y adolescentes, siendo excepcional después de los 60 años. Suele venir precedida, da de episodios de lumbalgia común o lumbagos. Según la raíz afectada puede presentar síntomas de parestesias o adormecimiento
de pierna, talón, antepié y dedos, siempre en la extremidad inferior. El dolor es muy variable, desde hiperálgico muy limitante a menor, localizado y punzante. En casos muy graves el dolor es sustituido por paresia y parálisis del territorio correspondiente a la rama afectada, recordaremos que el nervio ciátíco comprende las ramas L4, L5, S1, S2 y S3. El dolor ciático es lacerante, punzante, urente y agudo. Puede ir acompañado de espasmo muscular en muslo y pantorrilla, y mejora con el reposo aunque dependerá de la naturaleza de la compresión. Así, el dolor ciático de origen discal aumenta con las posiciones de compresión discal por la gravedad. Y no se diferencia en sus características del dolor por estrechamiento de canal raquídeo.
El Royal College of General Practitioners de Londres en su última guía para tratar el dolor lumbar dice que cataloguemos como puramente radicular a aquel dolor unilateral irradiado a pierna y precedido o acompañado de dolor lumbar bajo, con parestesias y falta de fuerza y Laségue positivo.
           
TRATAMIENT0S
                                             
Tres son los pilares en que se fundamenta el tratamiento manual de la espalda baja: 
           
1. Las técnicas de tejidos blandos 
2. La manipulación vertebral propiamente dicha. 
3. La educación postural. 
Cuando observamos una lumbalgia por esfuerzo deportivo, ya sea violento o repetitivo, siempre encontramos una fuerte contractura muscular, por ello se suele ver en radiografía una rectificación de las curvas fisiológicas. Ante este hipertono muscular comenzaremos el tratamiento con una secuencia de técnicas de tejidos blandos como el masaje terapéutico de descarga, con maniobras de fricción superficial y profunda, presiones deslizadas y  contrariadas amasamientos y vaciadosvenosos.
La técnica neuromuscular, a trazos cortos sobre los espacios paravertebrales, es un conjunto de maniobras que trabaja especialmente las fuertes contracturas de los músculos cortos intervertebrales y grandes músculos glúteos que no abarca el masaje propiamente dicho. 
Las técnicas desfibrosantes, dentro de las que destaca la clásica fricción transversa profunda de Cyriax y las actuales técnicas ortopáticas de Steven Typaldos, son una excelente aplicación sobre músculos y ligamentos inmersos en el proceso lumbálgico y suelen complementar a las dos técnicas anteriores.
Las técnicas inhibitorias, son el slap vibratorio de Moneyron o las vibraciones punteadas sobre los trigger points descritos por la doctora Janet Travell son muy efectivos para disminuir el dolor y por tanto la inicial contractura con que nos llega el deportista. Los bombeos miofasciales son una técnica que se dirige principalmente a preparar las aponeurosis y los ligamentos, liberando tensiones. Se realizan por una alternancia de tracciones y relajaciones, hasta sentir menos tensión y menos dolor.
 Si utilizadas las técnicas descritas seguimos descubriendo importante dolor ligamentosos o muscular es conveniente realizar suaves estiramientos musculares con técnicas post-isométricas, testando de continuo para que el paciente no experimente ningún tipo de dolor que pudiera desencadenar desencadenar  reflejo miotatico.
A este stretching terapéutico pensado para la mejora de la elasticidad muscular podríamos añadir las técnicas de liberación por posicionamiento de Jones, que disminuirán la hiperalgesia ligamentosa. 
Cuando nuestro deportista presenta un estado adecuado de relajación muscular y ligamentosa podemos aplicar enseguida las maniobras de MANIPULACIÓN VERTEBRAL PROPIAMENTE DICHA, si es que están indicadas en la primera sesión o consulta. Se consideran manipulaciones vertebrales per se las técnicas de energía muscular, las técnicas funcionales osteopáticas y por último, las más conocidas técnicas con impulso de alta velocidad y baja amplitud. 
Conclusión
El recurso de las manipulaciones vertebrales se muestra como un método extremadamente eficaz ante las lumbalgias de los deportistas, siempre y cuando la indicación de su uso sea correcta, tras un diagnóstico realizado por un clínico competente, y la maniobra esté bien ejecutada.
Este método terapéutico no está exento de riesgo debido a su naturaleza especial y a los elementos sobre los que se aplica. Por esta razón la utilización de las manipulaciones vertebrales debe hacerse con un diagnóstico etiológico perfecta, verificándolo antes y después de la maniobra y con un control inmediato del resultado a fin de descubrir contraindicaciones técnicas, así como posibles reacciones en el curso de las sesiones del tratamiento. 
Los trastornos menores de las vértebras son responsables del 80% de los dolores comunes de espalda, y por ello se han estudiado distintas formas de terapia. En dichos estudios la manipulación vertebral se revela como un exitoso método a la hora de controlar e incluso extinguir los dolores comunes de espalda.
La manipulación vertebral viene siendo norma de tratamiento en la Medicina Deportiva más actual, con ello nuestros deportistas se benefician de unas técnicas que bien aplicadas son de rápidos y consistentes resultados.
Afortunadamente van aumentando los trabajos e investigaciones científicas publicadas que justifican su uso, y aunque haya bastantes lagunas en los modelos que intentan explicar lo que sucede al manipular una articulación intervertebral y hasta dónde puede llegar su poder curativo, lo cierto es que cada día nos resuelve más situaciones de compromiso espinal y dolor de espalda en el deporte



REFERENCIA
www.runners.es
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                                                                           DAVID ROSADO VAZQUEZ

          La crioterapia recupera más rápidamente a los atletas

                                   
Las empresas intentan meter en el mercado un nuevo producto, la crioterapia es una nueva tendencia en el mundo del deporte y probable una publicación reciente en la prestigiosa revista PLoS le pueda dar un nuevo impulso; en su artículo los investigadores del “Instituto Nacional Francés de Deporte, Especialización y Performance ” ofrecen pruebas de que la crioterapia es eficaz para los atletas profesionales, pero también puede extenderse a los aficionados que entrenan duro en varias disciplinas.

Los investigadores usaron una criocámara producida por la empresa alemana Zimmer Medicin oficialmente llamada “Icelab Therapiekammer" que en realidad es un complejo constituido por tres salas; en una la temperatura es de unos constantes -10 ºC, en la segunda es de -60 ºC y en la tercera unos -110 ºC.
                        


La utilización del frío con fines terapéuticos, lo que se denomina crioterapia, se ha utilizado desde tiempos  remotos. En la bibliografía se pueden encontrar estudios en los que se analizan los efectos que producen la aplicación del frío, sobre funciones biológicas, el  dolor, el edema, la inflamación, el flujo sanguíneo.

Pero estas imágenes pueden pasar a la historia por que, no solo es desagradable, sino que quizá también parece a todas luces ser ineficaces.

                           
Un estudio publicado en la revista European Journal of Applied Physiology,
viene a decir en idioma “llano” que el frío después de realizar actividad básicamente no vale para nada…

Los investigadores de la University of New Hampshire llevaron a cabo un estudio
con 20 varones universitarios que practicaban deportes recreativos. Los participantes tuvieron que correr cuesta abajo durante 40 minutos en una bajada al 10%. Tras esto el 50% de ellos se bañaron en agua a 5º C durante 20 minutos.

Se llevaron a cabo tres mediciones separadas una hora entre ellas hasta  tres días después de practicar ejercicio.
Se midió:

- Percepción de dolor al bajar escaleras.
- Perímetro del muslo:
- Potencia del Cuádriceps.

También se midió la concentración del ligando 2 de la quimiocina tipo CC (CCL2),  en  sangre, siendo este un marcador de inflamación.

No se observaron diferencias en ninguno de los items estudiados entre los dos grupos. se hallo una pequeña diferencia en el marcador de inflamación CCL estadísticamente irrelevante. El grupo que se sometió a los baños en Agua a 5º presentó una tendencia hacia concentraciones de CCL en sangre más reducidas, aunque las variaciones de un individuo a otro eran muy grandes. “Esto sugiere que podría existir una leve reducción en la inflamación, aunque los resultados no fueron concluyentes”, afirma el autor principal, Dain LaRoche.

Por estos resultados los investigadores consideran que al menos en los deportistas recreativos esta opción como recuperación es una pérdida de tiempo.

Conclusión personal

En mi caso siempre que terminamos de entrenar corriendo por Málaga  nos metemos hasta la cintura en el agua del mar , lo hacemos por echar unas risas, en verana se lleva mucho menor y es agradable pero en invierno el agua está a 17º es inaguantable para un friolero como yo así que no me puedo imaginar metiendo me en una bañera en agua helada a 5º. Es verdad que se tiene una sensación de bienestar aunque sea tan solo para mitigar el calor generado por la actividad física.

En conclusión, puede ser interesante para casos específicos y en individuos controlados siendo útil conocer más sobre la tecnología y su impacto en el físico de los que entrenan duro y que requieren de tratamientos alternativos y siempre sustentados por la ciencia.

REFERENCIA
www.masmusculo.com.es
dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1371314.pdf
blogs.sportlife.es/.../crioterapia-post-entrenamiento-realmente-es-eficaz

jueves, 13 de noviembre de 2014

                         
CARMEN FERNÁNDEZ PINO

                         LAS FRACTURAS ÓSEAS MÁS COMUNES EN EL FÚTBOL

Respecto  a las lesiones que se producen en el plano óseo, tenemos que hablar que en el fútbol las principales lesiones que se producen son fracturas, esguinces, traumatismos y luxaciones. Veremos en concreto las fracturas más comunes:
Fractura de los huesos de la nariz: Esta lesión suele producirse en impactos contra adversarios, compañeros y el propio balón. Suele producir fuerte hemorragia, el tiempo estimado de recuperación suele ser de un mes y por lo general el jugador cuando vuelva actuará con una mascarilla de protección.

En los huesos nasales, las suturas de los huesos o el canal del nervio nasociliar, puede ser confundidos con líneas de fractura. Es necesario saber que este canal es paralelo, mientras que la mayoría de las fracturas son perpendiculares al puente nasal

Fractura de tibia y peroné: Fractura muy dolorosa y a la vez aparatosa. Suele producirse en fuertes encontronazos tras una entrada con un adversario. En algunas ocasiones tan sólo se rompe uno de los dos huesos pero si la entrada es fuerte lo más probable es que ocurra la doble fractura. Se necesita un largo tiempo de reposo. Para volver a entrenar también necesita un tiempo de recuperación con ejercicios especiales coordinados por el médico.
La mayor parte de las roturas implican a la parte proximal del hueso (parte del hueso próximo a la rodilla) o a la parte distal (parte del hueso cerca del tobillo).

Debido a la fina cobertura de piel que recubre la tibia y el peroné (periostio), las fracturas generalmente son abiertas, es decir, el hueso roto rasga la piel, atravesándola.



Rotura de meniscos de la rodilla: Cualquiera de los dos meniscos es propenso a romperse. Es una fractura que se produce tras un encontronazo brusco con un adversario. El tiempo de recuperación es de unos tres meses aunque dependerá de la gravedad de la fractura.


Rotura de las falanges del pie: La peculiaridad que guarda este tipo de lesión se debe a que en la mayoría de los casos esta lesión se produce involuntariamente, tanto que ni el que se lesiona como el que lesiona se suelen dar cuenta hasta que después del partido se enfrían.
Son fracturas frecuentes y pueden localizarse en la base, en la diáfisis o en el cuello del metatarsiano.

En todos los deportes se producen lesiones como consecuencia directa de las acciones y movimientos que les son propios. La gran mayoría de las que ocurren en el fútbol revisten un carácter muy leve o leve. Entre las más frecuentes y en concreto en fracturas óseas destacan las que acabamos de ver. Obviamente, lo mejor es prevenirlas.


REFERENCIA